

Este artículo publicado en El Correo de Andalucía del año 1930 relata el desarrollo de los festejos celebrados en honor de la Virgen del Carmen de ese mismo año. Una breve descripción de lo que era esta festividad hace casi un siglo y que ya presentaba los elementos que la identifican en la actualidad.
Desde Villalba del Alcor (11 de septiembre de 1930). El Correo de Andalucía.
Texto
De extraordinarios pueden calificarse los festejos celebrados en esta Villa durante los días 30 y 31 de agosto pasado en honor de Nuestra Señora del Carmen, y que, por los detalles observados, puede decirse que esta fiesta ha superado en todo a la celebrada en años anteriores.
Con motivo de dichas fiestas, los paseos de Alfonso XIII y Primo de Rivera han sido reparados y adornados artísticamente, y, por lo que afecta a las fachadas de la iglesia parroquial y del Carmen, la reparación y embellecimiento han sido de verdadero gusto artístico.
En el exorno de dichos paseos se nota, lo mismo que en el de las fachadas referidas, un gran número de luces eléctricas de variados colores y en combinación tan admirable, que el efecto producido ha sido verdaderamente deslumbrador.
El Círculo de Labradores también adornó su fachada con innumerables luces eléctricas de variadísimos colores, presentando un aspecto magnífico, habiéndose congregado en él lo más selecto y escogido de nuestra sociedad, particularmente el elemento femenino, que, como siempre, con su belleza y elegancia, ha dado un realce inusitado a las consabidas fiestas.
Felicitamos efusivamente a los señores que componen la Hermandad del Carmen por el éxito obtenido, y muy particularmente a su hermano mayor, don José Espina de Cepeda, que en la esmerada dirección de estos trabajos ha puesto, y lo hace siempre, el más plausible entusiasmo, su mayor celo, sus delicados sentimientos artísticos y sobre todo su ardiente y notable gesto de amor y cariño a su pueblo.
La realización de estos trabajos han sido llevados a efecto por los insustituíbles artistas señores González y Toro Pérez, únicos de esta villa que saben poner en ellos sus pinceladas de luz, vida, belleza y poesía.
Amanece el sábado 30 del pasado agosto. Como si el sol presintiese las magnas fiestas que durante este día y el siguiente tendrían lugar en este pueblo, aparece radiante y espléndido, esparciendo su luz por los ámbitos de esta villa.
Por la noche fue traída procesionalmente la bendita imagen desde el convento de las carmelitas a la iglesia parroquial, donde se celebraron solemne función religiosa y novena en su honor.
A las diez de la mañana del día 31 se celebró en honor de tan excelsa Madre y Señora una solemne función religiosa en la iglesia parroquial a la que asistieron todas las autoridades de esta villa.
El altar mayor aparecía profusamente iluminado y exornado artísticamente con flores y plantas, siendo tan numerosa la concurrencia de fieles que era materialmente imposible dar un paso dentro del templo.
Ofició la misa el señor cura párroco don Manuel Alba Hernando, actuando de diácono y subdiácono, respectivamente, don Manuel Cortés Mateos, catedrático del Seminario General y Pontificio de Sevilla, y don Rafael Escribano Rodríguez, capellán del Convento de Carmelitas Cazadas de esta villa.
Estuvo encargado del panegírico el elocuente orador sagrado doctor don Bernardo Guerra Calzadilla, cura párroco de la iglesia de Santa Ana, de Triana.
La parte musical de estos cultos corrió a cargo de la capilla de la iglesia del Salvador, de Sevilla, que cumplió a satisfacción de todos su cometido, habiéndose quedado en ésta para actuar durante la novena los señores don Francisco Martin Barrio, don Rafael Neguillo y don Manuel Bernal Zurita, tenor, barítono y organista de dicha capilla, respectivamente.
Después del solemne acto religioso pasaron las autoridades, clero y hermandad a la Casa Ayuntamiento, donde fueron obsequiados espléndidamente.
A las nueve de la noche de dicho día fue sacada nuevamente en procesión por las calles de esta villa la venerada imagen, recorriendo las de San Bartolomé, Palomar, Atarazana, Fernández de Landa, Pinadero, Almirante Pinzón, general Primo de Rivera, Rafael Tenorio y Santa María, acompanando a dicha procesión un gentio inmenso, que no cesó de vitorear durante todo el recorrido a la Virgen del Carmen.
Durante las tardes y noches de velada la reputada Banda Municipal de Música, que dirige el prestigioso y notable maestro don José María Beño Gómez, ejecutó bonitas y variadas composiciones en el paseo de Alfonso XIII.
Ambas noches hubo sendas funciones de fuegos de artificio, terminando éstas con el disparo de nuestra clásica pieza «Toro de Fuego», original de este pueblo, y que ha llamado poderosamente la atención de la gran cantidad de forasteros que, durante estas fiestas, han concurrido a este pueblo.
Referencias
Fiestas del Carmen (1983).